Estudio: como elogiar a los niños pequeños


Una investigación llevada a cabo por la Universidad de San Diego en California, ha demostrado los beneficios a corto plazo, de alabar a los niños por sus esfuerzos, en lugar de elogiar sus características naturales.
El estudio se centró en niños de entre 1 año y medio y 4 años.



Los científicos vieron que, si el halago se centra en el esfuerzo o en una tarea bien hecha, lleva a los niños a adoptar el llamado “modo de pensar incremental”, esto es, la capacidad de ver a los desafíos como algo maleable y a su vez, como una oportunidad para aprender.


El estudio

La investigación que comenzó en el año 2004, fue dirigida por un equipo del departamento de psicología de la Universidad de San Diego, y se basó en como los padres elogian a los hijos pequeños en situaciones de la vida real, para analizar como el estilo de elogio puede influir en la capacidad de comprensión de los niños, cinco años más tarde.

Durante dicho estudio, observaron y registraron a padres interactuando con sus hijos, en su hogar, ya sea jugando, durante la comida o en cualquier otra actividad.
Cinco años después, el equipo de psicólogos entrevistó a los mismos niños, analizando sus actitudes, la mentalidad hacia la capacidad, los retos y la bondad moral.

El hallazgo clave fue que los niños cuyos padres en edad preescolar elogiaban sus esfuerzos (conocido como “alabanza en proceso”, algo así como “bien hecho”, “lo estas haciendo bien”), más que sus características naturales (por ejemplo: “que lindo niño”, “que bonita niña”), esos niños tuvieron una actitud gradual más marcada hacia la inteligencia y la moral, cuando tuvieron entre siete y ocho años de edad.

Esto fue revelado, por la capacidad de ver la inteligencia como un atributo flexible.
Por ejemplo, estos niños entendían mejor que las personas pueden ser más capaces si se esfuerzan más.
Esta asociación se mantuvo incluso, después de que los investigadores controlaron una serie de otras variables como la situación socioeconómica de la familia.


“Los resultados muestran que los niños que escuchan elogios como la ‘alabanza en proceso’ relacionaron esto más naturalmente con sus marcos de motivación", dijeron los investigadores.
"En particular cuando la alabanza hace hincapié en el esfuerzo, puede dar forma a conductas de estímulo en áreas como las cognitivas y las sociales”.

Algunos detalles interesantes

  • Los padres que elogiaron más las características naturales, manifestaron que lo hacen porque, una manera de aumentar la capacidad de sus hijos, sería aumentando su autoestima.
  • En algunos padres, los investigadores no descubrieron una sola frase de “alabanza en proceso” durante todo el estudio.
  • Por último, el estudio reveló que los padres tienden a elogiar más las características naturales con las niñas y más "alabanza en proceso" con los niños.