Cuándo lo que nos enamora es la inteligencia


¿Qué es lo que nos atrae particularmente del otro sexo? De hecho, la química entre las personas juega un papel primordial en nuestras relaciones, pero también hay ciertas características de la personalidad que nos acercan particularmente a determinadas personas.


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Los factores que juegan en la atracción evidentemente son variados, la mayoría de las personas se sienten atraídas por la apariencia física, por la personalidad, por el carisma, simpatía, etc. Pero hay quienes encuentran en la inteligencia la característica (podríamos decir excluyente) más sexualmente atractiva en el sexo opuesto. Son los sapiosexuales, obviamente la palabra tiene su origen en 'sapiens' que significa sabio.
Aunque esta atracción no siempre está conectada con la sexualidad, en la mayoría de los casos sí, ya que es la propia sinergia intelectual lo que dispara la relación. Esto se ve a menudo en los lugares de trabajo y también puede ser como otro aspecto del sapiosexual, es decir, el deseo de estar conectado con intelectuales, aunque el resultado no siempre sea el encuentro íntimo.


Los sapiosexuales se sienten mucho más atraídos por la inteligencia de una persona que por su apariencia física, estatus social o económico.

En numerosos ámbitos, entre ellos la sexualidad, mucho de lo que somos tiene sus raíces en nuestra infancia y adolescencia. Lo que vivimos durante esta etapa de la vida actúa como base de lo que seremos de adultos, en especial, mucho depende de tres factores: la relación con nuestro progenitor del sexo opuesto, nuestra primera experiencia de amor y nuestro primer encuentro íntimo.

Por ejemplo, las mujeres que de niñas fueron muy mimadas por sus padres, esperan y exigen lo mismo de sus compañeros, en el otro extremo, no es raro que mujeres que tuvieron padres golpeadores, tengan como parejas a hombres golpeadores. Por otro lado, si un niño tuvo una madre narcisista, no es extraño que de adulto, la mayoría de sus parejas lo sean.
Algo similar puede ocurrir con la inteligencia, niños o niñas en cuya infancia la exigencia excluyente de los padres era resaltar esa cualidad, pueden de mayores, evaluar esa característica en su pareja, mucho más que las otras.

En definitiva, quizás lo que buscamos en una pareja es lo que siempre quisimos en nosotros mismos (o lo que nos inculcaron ser) o tal vez, podría ser también un catalizador de nuestro ser más profundo.


Para terminar...

Aunque no sea la única, es indudable que la inteligencia de una persona es una característica muy importante para su atractivo sexual.
En la narración de Platón "El Banquete" escrita aproximadamente hacia el año 390 A.C. el personaje principal de la obra, Sócrates, no era una persona bella ni rica, sin embargo seducía y cautivaba con su inteligencia. Esto es una prueba de que la naturaleza de las relaciones no ha cambiado con el tiempo y que los sapiosexuales no son un fenómeno moderno, ya que podemos asumir que la excitación que causa la inteligencia en el sexo opuesto se remonta a por lo menos 2500 años.